



Abismos ancestrales: Máscara Chinchorro, Cuerpo fragmentado, Turbante de lana, madeja y Deformador facial (2023). Pintura. Acrílico y témpera sobre papel (Papel Bristol Strathmore 300 gr). 113 x 105 cm, 113 x 105 cm, 104 x 105 cm, 104 x 105 cm y 104 x 105 cm.
"Desde sus primeros trabajos, la pintura ha sido el principal lenguaje a través del que Sebastián Riffo Valdebenito ha desarrollado su universo autoral. Siguiendo fuertes hilos intuitivos, ha transitado por imaginarios donde la conmoción y los afectos se entretejen con lo real, con el territorio y con la historia.
Abismos ancestrales es una serie de pinturas que nacen de un llamado subterráneo. Una vuelta a un lenguaje pictórico con todos sus elementos y desafíos sustanciales. La pintura valiéndose de sí para transmitir una frecuencia muda, indescifrable.
Las razones por las que la Cultura Chinchorro conservaba los cuerpos de los miembros de su comunidad que dejaban esta vida hasta hoy son un misterio. Por qué no se deshacían de ellos, por qué no los enterraban, al menos no a todos, por qué rellenaban sus cuerpos con madera, les ponían máscaras o los pintaban. Se sabe que eran pescadores. Tampoco hay certezas de por qué dejaron de hacer lo que hoy se denomina como momificación artificial. Se atribuyen razones religiosas.
Sebastián Riffo Valdebenito propone un acercamiento sensitivo, visual, a estos seres humanos de los que se piensa vivieron entre 7.020 y el 1.500 a.C., en lo que hace noventa y cuatro años conocemos como costa chilena de Arica. Abismos ancestrales responde a la imposibilidad de tener una respuesta clara, racional, innecesaria quizás, más no prescindible sobre esta cultura. Construye una conexión a través de imágenes de vestigios de momias y artefactos ancestrales, de su silencio y su comunicación incuestionable, intraducible, antes y más allá del verbo.
Las pinturas que componen esta serie reinterpretan y nos transmiten una vibración a través de la luz, el color, el trazo y la mancha. Posibilitan una aproximación a una cultura con la que nos hermana un territorio, en un lenguaje contemporáneo que podemos más que reconocer, sentir".
Naomi Orellana

Chinchorro: Cantos subterráneos (2024). Pintura y patchwork. Esmalte al agua sobre tela. 411 x 265 cm
