ALUVIÓN es la primera exposición organizada por DESARTES, la Unidad de Artes y Desastres del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), que busca generar un puente significativo entre investigaciones científicas y obras de arte que abordan los desastres en Chile.
Esta muestra reúne las obras de los artistas Sebastián Riffo Valdebenito, el colectivo artístico Charco e Ignacio Gutiérrez. Este último ha realizado una obra en colaboración directa con el artista Nicolás Briceño. Tanto las obras de Riffo como la Gutiérrez y Briceño están basadas en una investigación científica sobre el aluvión de la quebrada de Macul de 1993, la que llevó por título “The Geo-Social Model: A Transdisciplinary Approach to Flow-Type Landslide Analysis and Prevention” [El Modelo Geo-Social: Un Enfoque Transdisciplinario para el Análisis y la Prevención de Deslizamientos Tipo Flujo] (2021). Este artículo generó una metodología de investigación experimental en la que se vincularon factores geológicos y sociales para abordar el fenómeno de los deslizamientos de tierra, con el objetivo de realizar análisis e intervenciones más robustas e inclusivas. Esta fue realizada por Valentina Acuña, Francisca Roldán, Manuel Tironi y Leila Juzam, al alero de Cigiden.
En relación a la obra de Riffo, esta lleva por título “Esperando que el río se levante” (2022), y está conformada por una serie de pinturas que contraponen diferentes imágenes de prensa sobre el aluvión de la quebrada de Macul de 1993. Lejos del sensacionalismo propio de los archivos noticiosos que se generaron en aquel entonces, sus referencias dibujan y desdibujan planos afectivos y entornos expresivos de carácter abstracto. De un modo u otro, se busca retardar la mirada ante la fugacidad, saturación y olvido de las imágenes de prensa.
Por otro lado, la obra de Gutiérrez y Briceño se llama “Viene bajando la Quebrada” (2022), y es una instalación espacial de carácter sonora que explora la etnografía sensorial del estudio de Cigiden, recreando el sonido de los aluviones y activándose según los años de aluviones registrados en la Quebrada de Macul desde 1900 a la actualidad. Lo anterior, a través del uso y reconstrucción de palos de agua (también llamados palos de lluvia), que son tubos de madera de cactus ahuecados, cuyas espinas se incrustan hacia su interior, rellenos de semillas. Cuando estos se inclinan las semillas depositadas caen suavemente y su golpeteo con las espinas produce un sonido que se asemeja al de la lluvia o al agua cayendo. Junto a la utilización de estos palos de agua y bajo su misma lógica, Gutiérrez y Briceño han recreado un dispositivo de gran escala, capaz de reproducir el sonido de un aluvión.
Por último, el Colectivo Charco presenta “Un año de Atacama” (2016), un video registro de una performance colectiva que buscó denunciar la condición de abandono en la que se encontraba la región de Atacama, luego de un año de acontecido el aluvión del 23 de marzo del 2015, el que provocó la muerte de 31 personas, 16 desaparecidos y más de 35.000 personas afectadas. Sus integrantes, Cristian inostroza, Francisco González, Lucy Quezada y Paula Urízar, se llenaron de barro y salieron a las calles de Santiago a realizar actividades cotidianas, tales como tomar el Metro o comer en el centro histórico de la capital, a la vista de transeúntes que poco reaccionaron ante su intervención. En sus palabras: “Pareciera que estar embarrado es parte de nuestro cotidiano”.
Chile país de aluviones
En este extenso territorio los caudales estacionales bajan a gran velocidad desde la cordillera al mar. Su recurrencia está directamente relacionada con el calentamiento global. Con soberbia y sordo frenesí, cada cierto tiempo el aluvión es capaz de arrastrar no sólo rocas, barro o vegetación, sino también vidas e infraestructura material que, en la mayoría de los casos, se han erigido sobre territorios velados por el riesgo y la vulnerabilidad.
En los últimos cincuenta años, en Chile se han registrado una cuarentena de inundaciones, tanto en forma de aluviones como en deslizamientos de terreno, todas ellas con consecuencias desastrosas. Sea en el desierto del norte o la precordillera de la zona central, moramos una geografía propensa al aluvión.
Dada las devastadoras fuerzas que han demostrado exhibir, se vuelve urgente pensar, investigar y sensibilizar sobre este fenómeno, hoy, más que nunca, cuando el cambio climático multiplica los eventos de clima extremo y la urbanización descontrolada en zonas de riesgo no cesa, ni tiene intención de hacerlo.
A través de exploraciones artística vinculadas a la creación de imágenes pictóricas, instalaciones sonoras y perfomances en el espacio público, esta muestra indaga en la presencia de los aluviones en Chile, como gesto radical para pensar sobre nuestras condiciones de habitabilidad, así como en las corresponsabilidades involucradas en este residir colectivo.
Asimismo, también es una conmemoración a  los 29 años de acontecido el aluvión de mayo de la quebrada de Macul de 1993.
Ignacio Gutiérrez Crocco y Sebastián Riffo Valdebenito
Mayo 2022
Registro inauguración
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