2011
El 27 de febrero de 2010 un fuerte terremoto y maremoto modificaron el paisaje chileno; el paisaje natural, el paisaje urbano, los datos demográficos, las relaciones sociales, las prioridades económicas, los intereses políticos. Para muchos se modificó la vida, por la muerte y desaparición de tantos.
Se levantan las alertas; se organizan el estado y las instituciones para ir en ayuda de los damnificados. Médicos, arquitectos, ingenieros, periodistas, bomberos, rescatistas, voluntarios, universidades, entre otros tantos agentes sociales, se disponen para responder a la urgencia y colaborar en la reconstrucción.
¿Y el arte; y los artistas?... Rafael Guendelman y Sebastián Riffo buscaron en su viaje la propia respuesta. Se contestaron tomando sus herramientas de trabajo, yendo a dejarse permear por la más pura y brutal realidad. Los dispositivos de registro y análisis plástico levantan las huellas del desastre.
El proyecto de estos dos artistas pone ante nuestros ojos y entendimiento asuntos que de ningún otro modo es posible conocer. El arte entendido como un proceso de investigación, se pone al servicio de nuestro precario conocimiento del mundo, como lo ha sido desde que es tal.
Luis Prato Escárate
Entre Iloca y Dichato
"Observación directa y delimitación formal se ponen en tensión en el trabajo de estos artistas. Rafael Guendelman y Sebastián Riffo han convocado distintos recursos plásticos en el interés por presentar imágenes del territorio cubierto por el maremoto; estos dan cuenta de distintos grados de mediatización, intervención, elaboración.
[...]
En este viaje recolectaron y produjeron material de diversa naturaleza: registro audiovisual, testimonios de lugareños, dibujos, acuarelas, historias, pequeños objetos recogidos en las caletas. Las piezas, en su conjunto, ofrecen un relato del desastre, a más de un año de ocurrido. Sin embargo, Guendelman y Riffo optan por desviarse de la voluntad de construcción y/o reconstrucción del paisaje y se concentran más bien en registrar y analizar el territorio y la cotidianidad de las localidades visitadas.
Sombras de Sebastián Riffo, es una serie de diez carboncillos que describen, con libertad gestual, una arquitectura algo incierta y una construcción en ruinas. El trazo y los grises se encuentran a medio camino, resistiendo fuerzas contrarias, entre lo reconocible y codificable y el desvanecimiento y la desintegración. Esta gestualidad se opone a la idea de la línea como convención y se enfrenta a la cifra de contornos y de límites, los que en la muestra se emparentan con el imaginario geográfico y topográfico".
María Belén Bascuñan
Between Iloca and Dichato
"Direct observation and formal delimitation become elements of tension in the work of these two artists, Rafael Guendelman and Sebastián Riffo, who have brought together different artistic resources to present images of the land covered by the tidal wave; and which offer different degrees of interference, intervention and elaboration.
[...]
In the course of this voyage, they collected and produced a variety of materials; audiovisual records, statements by the villagers and fishermen, drawings, watercolours, stories, small objects collected from the villages. All these pieces offer a narration of the disaster after a year has passed. But, nonetheless, Guendelman and Riffo decide to turn away from the will to build and/or rebuild the landscape and concentrate on recording and analysing the land and the daily nature of the locations visited.
Sebastian Riffo’s Sombras, a series of ten charcoal drawings that give a free rendition of a somewhat uncertain architecture and shattered buildings. His stroke and greys meet in the middle of the road, resisting opposing forces that show what is identifiable and encodable and that which disappears and disintegrates".
María Belén Bascuñan
"El terremoto del 27 de febrero del 2010, vino a evidenciar las irregularidades sociales escondidas por mucho tiempo bajo la alfombra reluciente de un progreso sesgado, falencias que nos han azotado con tanta violencia como lo hizo el sismo, en imaginarios cotidianos como la exclusión, el clasismo, o la falta de una mirada crítica y apegada a los hechos en vez del a priori ideológico de turno. Cuando la ciudadanía comienza a hacer visible en nuestro país la necesidad de actualizar nuestras prácticas políticas y públicas, se hacía necesaria la reflexión posible a partir –y dentro- del arte como relación subjetiva y consciente con el medio; con lo que de él se dice y se comunica. La exposición Entre Iloca y Dichato de los artistas Rafael Guendelman y Sebastián Riffo, guarda así un primer gesto inicial de observación como lo es el viaje, tanto desde sus residencias en la capital, como a través del epicentro del cataclismo. El viaje adquiere así una dimensión doble pues, conjuntamente a su dimensión física-geográfica, se le suma el aspecto psicológico indeterminable del tipo de vinculación que sucederá entre los artistas y el entorno visitado. Ante esta imprevisibilidad abismante de la confrontación con un otro devastado, el viaje de los artistas se enmarca más en la salida a terreno propia del investigador, que en la salida romántica contemplativa y afectiva sobre una naturaleza idealizada, pues aunque persistan vinculaciones con el paisaje de orden emocional, estas ya ocurren solo como respuesta incontrolable de la psiquis ante un despliegue de fuerzas geológicas autónomas e indiferentes a la dimensión humana".
Christian Álvarez Rojas
"The earthquake of 27th February 2010 bore witness of a social unfairness that had for many years been swept under the bright carpet of a biased concept of progress; these are constraints that have hit us as violently as the quake itself, in the guise of daily images relating to exclusion, class differences, or the lack of a critical and objective outlook based on reality rather than on the ideological doctrine in vogue at a given moment. When the people of our country start to show that there is a real need for updating our political and public practices, it became necessary to use art in an inner reflection of a subjective and conscious relationship with the environment, with what is said and expressed about it. Rafael Guendelman’s and Sebastián Riffo’s Between Iloca and Dichato contains the first initial gesture of a voyage of observation, both from their residences in the capital and through the epicentre of the cataclysm. The voyage acquires a double dimension because to its physical geographical dimension, it is necessary to add the psychological aspect of the type of relationship to be established between artists and environment. In view of this abysmal unpredictability of devastation, the voyage of the artists acquires the structure of a researcher’s field trip rather than the contemplative and romantic idealisation of a voyage, because although this work maintains emotional links with the landscape, these only occur as an uncontrollable psychic response to autonomous geological manifestations that remain indifferent to the human dimension".
Christian Álvarez Rojas
Registro personal del viaje
Prensa